Ciudad del Gard situada en las Cevenas, Alès ha amasado con el paso de los siglos un rico patrimonio tanto cultural como industrial. Gracias a su pasado minero, su emplazamiento y sus obras de reacondicionamiento, se ha convertido en un reclamo turístico de primer orden.
Segunda ciudad del Gard, Alès se perfila como una ciudad dinámica que cautivará a los visitantes en busca de cultura e historia. Bajo sus aires de antigua ciudad industrial, ha de saber que fue uno de los primeros centros siderúrgicos del país, que se desarrolló con fuerza en el siglo XI y cayó después gradualmente en el abandono a lo largo del siglo XX.
Visite la mina testimonio de Alès, un museo de arqueología que recorre la historia de la industria minera en un itinerario de más de 600 metros.
Podrá visitar también otros monumentos, a saber:
Considerada la capital de las Cevenas, Alès y sus alrededores atraen a visitantes de toda Francia aficionados al senderismo o la bicicleta. Desde la colina del Ermitage, podrá observar unas preciosas vistas panorámicas a la ciudad y al parque natural. Esta colina alberga un santuario, así como los vestigios de un oppidum de la época galorromana.
Durante su visita al centro de la ciudad, podrá apreciar la presencia de numerosos parques y espacios floridos que realzan su belleza. Alès no solo ha sido objeto de un esmerado paisajismo sino que está firmemente comprometida con el desarrollo sostenible, de ahí que haya sido distinguida con la 4ª flor de “Ciudades y pueblos floridos”, así como el trofeo “Fleur d’Or” en 2020.